sábado, 29 de septiembre de 2007

¿Está escrita nuestra historia?

El ser humano (curioso por naturaleza), en su afán por comprender todas las situaciones que se presentan a su alrededor y por lograr alcanzar algún día la verdad absoluta (me disculpan los escépticos ante tal generalización), ha acudido con mucha frecuencia a su mejor creación: la ciencia, pero bien sabemos que ésta, por más precisa que sea, siempre se verá limitada ante preguntas como: ¿Realmente existe Dios? ¿Cuál es nuestro origen? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Es cierto que reencarnamos en otra persona? Y un sin fin de interrogantes más de las cuales tomaré como centro de este post la siguiente: ¿Existe el destino? El enunciado es claro, más la respuesta aun no, y tal vez no llegue a saberse con certeza precisamente debido a que el tema que se intenta abordar es bastante espiritual, lo cual quiere decir que no hay aplicación práctica y palpable que sea capaz de comprobar una teoría u otra. Por lo tanto, se presentan muchos obstáculos a la hora de resolver este problema. Así que propongo que nos planteemos el reto de intentar llegar a una conclusión relativamente clara con base en algunos acontecimientos interesantes y en las creencias (y no creencias) de muchas personas.

Necesariamente, hay que comenzar por responder a la pregunta: ¿Qué es el destino?, y es aquí donde surge el primer dilema ya que esta palabra puede ser interpretada de distintas formas. Algunos lo conciben como el fin (sin ánimos de ponernos apocalípticos ni mucho menos) de la vida de una persona, en otras palabras, la llegada, el final del camino, la parada en la cual nos bajamos del tren de la vida, y qué ejemplo más claro de esto que la muerte. Evidentemente, si nos alejamos un poco de la doctrina de la reencarnación, nuestro destino final es la muerte; todos estamos conscientes de que es un evento fundamental y completamente natural (aunque pocas veces aceptado) en la vida de un ser humano. Partiendo de ese concepto, ¿podemos afirmar entonces con total convicción que el destino realmente existe? En lo que a mi respecta, esta es una forma bastante superficial de abordar el tema puesto que se pasan un sin fin de cosas por alto, como por ejemplo los otros ángulos desde los cuales puede ser visto el destino (que son aún más complejos y profundos). Para que el asunto quede un poco más claro, acudamos a un simple ejemplo: en inglés, la palabra tiene distintas maneras de escribirse: “destination” para referirse al sitio a donde uno se dirige (suele utilizarse para indicar el lugar al cual llegarán los aviones y trenes) y “destiny” o “fate” en caso de que hablemos de aquellos eventos considerados como algo fuera del alcance del entendimiento humano. Lo conveniente entonces es ir un poco más allá de lo obvio, tomar como válida la segunda opción y olvidar por completo la primera.

Después de desechar el significado simple, pasemos al místico. Lo primero que viene a la mente del lector cuando piensa en el destino como una serie de eventos inexplicables, es la mortificante idea de sentirse controlado por una fuerza externa y privado de la libertad que le permita construir su propia vida; por lo tanto, muchos se niegan a aceptar que el destino existe y se limitan a decir que no creen en él. Pero estas personas no se percatan de que, asi esté escrita nuestra historia, nosotros mismos somos los que decidimos cómo sucederá lo que tenga que suceder. El ser humano está en la capacidad de medir sus actos y elegir qué quiere y qué no, y gracias a esta determinación se hace real el destino de cada quien. Sea cual sea la situación que se presente, sea cual sea el hecho, ocurre simplemente porque debe ocurrir, ¿casualidad? pues no me parece, puesto que ni el azar ni las casualidades existen. Lo único que puede cambiar todos y cada uno de los hechos que están regidos por el destino es la forma como suceden, y allí es donde la importante decisión del ser humano entra en juego. Es bastante irracional decir que cuando ocurre cierto acontecimiento en la vida de cierto individuo sea por “mala suerte” o porque “estaba donde no debía estar”, ya que nada ocurre por “suerte”, todo pasa por algo. Dichos acontecimientos son afectados por diferentes factores que son propios a cada quien, y conforman la manera de lograr que sea posible el destino.

Ahora bien, una de las cosas que me motivó a escribir sobre el destino fue la incredulidad de algunos a la hora de abordar este tema. Es evidente que una gran mayoría está en contra de la idea de que los acontecimientos que ocurrirán a lo largo de su existencia están preparados, bien sea, como dije anteriormente, porque no les agrada sentir que controlan su vida, o bien porque simplemente piensan que todo esto de la religión y la espiritualidad es un invento de personas sin oficio. De los muchos “no creyentes” con los que me he dedicado a debatir sobre este interesante tópico, hay unos pocos preguntan de manera desafiante: “¿Quieres decir que si existe el destino, somos capaces de predecir lo que pasará en un futuro?, ¡imposible!”. En base a esta interrogante, considero que es preciso aclarar algo: el hecho de que el destino exista no quiere decir que sea predecible. Veamos nuestra vida como un libro que va siendo leído progresivamente: la historia (que representa lo que conocemos como “destino”) ya está escrita, pero si no hemos leído aún el final de dicho libro, no sabremos cómo terminará, qué pasará después ni cómo sucederá.

Después de todas estas reflexiones, podemos afirmar que nuestra historia está escrita, tan solo está allí esperando que la hagamos realidad, que vayamos poco a poco leyendo ese interesante libro llamado “vida” y que tomemos las decisiones adecuadas para lograr que todo suceda como esta destinado a suceder; esto no quiere decir que el ser humano sea una simple marioneta controlada por una fuerza inexplicable, más bien todo lo contrario, cada quien tiene la libertad de decidir cómo materializar esta historia. Nos queda como lección entonces, que mirar la vida desde un punto de vista un poco más subjetivo e intentar explicar las alocadas ideas del hombre mediante reflexiones en vez de experimentos, puede llegar a ser muy interesante, y al mismo tiempo nos dará las herramientas para lograr conocer, con un poco más de claridad, nuestra manera de pensar y de ver las cosas.


Seeehh, este escrito es medio formaloso...


Luu recomienda: Grace - Apocalyptica

viernes, 14 de septiembre de 2007

Resurrection...

Regresando de la muerte...
Pronto habrán nuevos escritos y fotos de mi viaje a la Gran Sabana (espero). Mientras tanto, acá dejo un pedacito de una canción que amo <3!! Sí pues, me gusta escribir letras...Quizás para el recuerdo. Y dice:

You never saw my face
I traced your path each day
We could be always together

Now I watch you bleed
You had all I need
How I love you so
Now we'll never know
If I can't have you



Oh, how I adore you ...


Escuchar: If I can't have you - Zero 7