miércoles, 29 de agosto de 2007

do NOT bother

Hola, soy Tamara. Probablemente no me conoces, pero no te preocupes, nadie me conoce. No soy muy amante del mundo exterior.

¿Qué dices? ¿Yo? ¿Tímida? Para nada... No suelo salir muy a menudo, no por timidez, sino porque a este mundo de ociosos mortales no es bueno salir, nunca.

¿Por qué? Simple. La mayoría de las personas (por no decir todas) tienen una visión errónea de la vida, me refiero a que todo lo que es diferente es anormal según los patrones de esta despreciable raza y eso sencillamente me da lástima, tanta lástima que nisiquiera me provoca salir. No niego que es divertido asustarlos a todos un poco con mi "anormalidad", pero me he dado cuenta de que ni eso vale la pena. Prefiero ahorrarme la molestia.
Por otro lado, odio el sol, me molesta en los ojos.

¿Por qué estoy acá ahora? Uhmm...Ella está de vacaciones. Hablando de eso, te advierto una cosa, no me preguntes por ella si lo que esperas son respuestas positivas. En lo que a mi respecta, es una persona débil, torpe, incluso hipócrita. La conozco mejor que nadie y, francamente, la desprecio. Es tan insignificante, tan vulnerable, es de esas personas a las que les encanta esconderse detrás de una máscara para no herir ni ser heridas. Pero ¿qué hacemos hablando de ella? La que está aquí ahora soy yo, ¿no? Y ciertamente, soy mucho mejor que ella.

Como te venía diciendo, no me gusta la gente, sobretodo la gente feliz, lo cual es bastante irónico, tomando en cuenta que formo parte de los estúpidos pensamientos que se hallan en la mente de una idiota cuya personalidad no se aleja mucho de la de esta "gente feliz", pero (lamentablemente) me ha tocado, tú sabes, por eso de establecer un cierto "equilibrio".
Bastante absurdo, si me preguntas. Malditas reglas.
Ahh! Por cierto, adoro el caos, me molestan las reglas. Odio todo lo que es "politicamente correcto", no tiene sentido si al final termina siendo más incorrecto que lo que tanto elude. Las reglas no deberían existir, así de simple. Las personas tampoco.

¿Algo que me guste a parte del caos? La soledad, la oscuridad.
Me gusta lo sencillo, como la destrucción. Por eso me encanta la evolución, porque destruye todo aquello que se atreva a cruzar su camino.
Me entretiene el cinismo, y esta especie está llena de eso. Pobres, tantas cosas que pierden y nisiquiera se dan cuenta. Están cegados, ¿sabes? Todos ustedes. Y te aseguro que me encantaría estar en primera fila, viendo como corren de un lado a otro, desesperados, cuando sea demasiado tarde.

¿Qué más te puedo decir sobre mi? A ver, soy particularmente inteligente, más de lo que te imaginas. Adoro los retos y siempre gano en cualquier discusión porque siempre tengo la razón. Odio las religiones y los programas de entretenimiento para niños. Hablo mucho, demasiado diría yo, pero sólo con quien lo merece, por lo tanto, tendré que decir entonces que hablo muy poco. No quiero a nadie y nadie me quiere.
No creo en nada ni nadie.
No necesito nada ni a nadie, pero alquien me necesita para destruír, crear caos. Eso me satisface y por eso estoy aquí.
No siento, no respiro.
No como ni duermo. Nunca duermo.

Soy tan sincera que hiero.
Soy todo lo que tú no eres ni llegarás a ser nunca.
Soy todo lo que quieres ser y no puedes.



Soy yo, soy Tamara, mucho gusto. =)

1 comentario:

Anónimo dijo...

un tanto psico.. pero bien :p